Dudas:
La magia nos enfrenta con un
mundo totalmente desconocido (o conocido pero in aceptado). Por lo tanto, es obvio
pensar que el estudio de un tema tan poco común como lo es las ciencias ocultas
(por algo llamado “esotérico”) genere tantas dudas, preguntas e interrogantes,
que desde todo punto de vista necesitan ser respondidos. De ahí que sea
importante el poder contar con un guía.
Confusión:
Cuando todas esas dudas e interrogantes no son respondidos
con conocimiento cierto (preferiblemente, conocimiento de causa), se genera confusión.
Confusión que no permite al discípulo, avanzar en el camino, y el resultado es
que no se llega a ningún lado.
Resultados pobres o
nulos:
Uno de los principales problemas
que se enfrenta el estudiante de magia, es precisamente este. Al final de muchos años, vemos que la vida se
nos fue en deseos e intentos fallidos, y que finalmente pasamos “sin pena ni
gloria” porque los resultados que esperábamos ver nunca llegaron.
Pérdida de tiempo
valioso:
La pérdida de tiempo es siempre
el resultado de las causas anteriores. Existe hoy en día, un gran número de
personas que estudia magia, pero en realidad son pocos los que saben, y más aún,
aquellos que practican magia. Yo conozco a personas que han pasado toda su vida
leyendo y leyendo sobre estos temas, sin enfoque claro, sin rumbo fijo. Más que
magos parecen niños caprichosos y curiosos que todo lo quieren saber, sin ser conscientes
que de tantas artes estudiadas, realmente no se sabe NADA. (La magia es una
ciencia que necesita ser estudiada y practicada) de lo contrario no es más que
un pasatiempo, lo mismo que leer novelas de amor, o ver la televisión.
Extravíos:
¡Cuidado! LA MAGIA NO ESTA
EXCENTA DE PELIGROS….. La falta de un buen guía, la carencia de cierto grado de
madurez, así como un espíritu y una voluntad débil, puede llegar a extraviarnos
del verdadero camino. Algo más grave aún, que la confusión, pérdida de tiempo,
u obtención de resultados pobres.
Existen muchas personas que empezaron
con lo que podríamos llamar, “buena voluntad” “deseos nobles” o “buenas intenciones”
pero que terminaron en el lado equivocado de la magia. Y de querer servir a
Dios, adquirir conocimientos, ayudar al prójimo y enaltecer su espíritu (cuales
son los fines de la verdadera magia) terminaron esclavos de sus propias
pasiones, utilizando lo poco aprendido, para hacer daño a los demás, ofender a
Dios y socavar sus propias tumbas, incluso para perder sus almas.
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